Los errores y los aciertos componen la vida. El bien y el mal, llámalo como quieras, forman la existencia y hemos de pasar por ambos para llegar a la sabiduría. Eso si, tú eliges si dejas que el mal te derrumbe, o si por el contrario te mantienes fuerte y sigues adelante, sin rendirte.
Los problemas vienen solos. Si dejáramos que estos nos bombardeasen sin oponer resistencia, ¿qué tipo de vida sería esa? Nos dejaríamos llevar por la corriente, sin esfuerzo, permitiendo que el dolor nos consumiera. Eso, sería demasiado fácil... y aburrido. Lo divertido de la vida es que se puede modificar :)
Es mucho más divertido sonreír ante la adversidad que ponerse a llorar. Es más fácil lo segundo, pero eso sería dejarse llevar.
El ser humano por naturaleza lo quiere todo. Pero todo no se puede tener. A veces hay que aprender a seleccionar lo que más nos convenga, aunque sea una acción un tanto egoísta, porque si no nos cuidamos nosotros entonces, ¿quién lo hará? ¿esas personas que dicen que te quieren pero nunca están? No lo creo.
Sonríamos por nosotros, porque estamos vivos, y porque nadie tiene derecho a hacernos daño (o al menos nosotros tenemos el derecho, no, ¡la obligación! de no permitírselo) por eso, hemos de sonreír. Porque somos libres, y cuando queramos nos podemos ir. Y lo hacemos, a veces bien, y otras no tanto... ¡pero de los errores se aprende! Y ya habrá más ocasiones de enmendarlo cuando nos sintamos fuertes para hacerlo.
Llenos de orgullo por ser quienes somos y hasta en los más dolorosos momentos, con una sonrisa en la cara podemos traer un mundo nuevo ante nosotros.
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