jueves, 24 de noviembre de 2011

Lo único.

A veces siento que lo único que hay real en mi vida es él. Lo único que no está fuera de lugar, que no se desmorona cada vez que tropiezo. Eso me da seguridad.
Hace mucho que no puedo imaginar como sería mi vida si él no estuviera. Me aterra, pero me encanta.
No sé que pasaría, sinceramente, si le perdiera por cualquier motivo. Pero estoy segura de que nada volvería a tener el brillo que tiene ahora. Todo perdería sentido para mí.
Me pregunto como he podido llegar a este punto sin darme apenas cuenta, cómo alguien que simplemente se cruzó en mi camino sin ni siquiera tenerlo en mente se ha convertido en el eje de todo mi mundo.
Cuando le miro, puedo ver en sus ojos la inmensidad del horizonte. Parece que su mirada atraviese todo mi ser hasta llegar a lo más profundo de mi alma, sin detenerse nunca...
Mis barreras hasta entonces impenetrables, se desmoronan como hojas de papel. Es cuando pienso: "Estoy desnuda ante tus ojos. ¿Qué necesitas que te diga? Si ya debes saberlo todo de mí..."

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