viernes, 27 de enero de 2012

No somos perfectos.


A veces los buenos pensamientos no son los mejores, sólo una forma de engañarnos a nosotros mismos...

La perfección no existe. Nadie es perfecto. Pero es que nadie tiene que serlo. Cada uno hemos de ser como somos, porque si no, no somos nosotros ni somos nadie. Intentar ser algo que proyecta nuestra mente, algo distinto a nuestra naturaleza, es un locura. Nadie tiene derecho a "hacernos cambiar", podemos intentar mejorar por alguien, pero no podemos ser otro. Eso sería renunciar a nuestra propia identidad.
En algunos momentos hacemos cosas premeditadas, que no son propias de nosotros, para agradar a otras personas. Quizá esas personas significan mucho para nosotros, y queremos significar nosotros para ellos también. Pero, ¿no sería más fácil, qué digo... más justo!, no tener que estar pendiente de cómo actuar con nadie, sino querer estar con personas que valoren y respeten nuestra forma de ser?

Se acabó lo de intentar ser perfectos, a partir de hoy seremos lo que somos y estaremos orgullosos de ello.

martes, 24 de enero de 2012

¿Sería posible seguir viviendo...

"En un mundo en el que mi tormento y mi pesar fueran más grandes que la inmensidad del mar?
Nada, volvería a ser lo mismo, ni a tener el mismo brillo...
¿Cómo podría yo... destruir todo lo que hemos creado...?
Juntos, rehusamos de los miedos y nos hicimos fuertes como el acero...
¿Quién si no nosotros se acordará de todo aquello? De todo esto, que es nuestro.
Cómo olvidar, todos los momentos en los que he sido feliz a tu lado. ¿Cómo podría no añorarlos si ya no estuvieran? Si tú te fueras, con todo tu calor, tu energía, la mía y mi corazón... porque todo lo que soy ahora te lo llevarías contigo, porque tú eres mi vida, y ya no sé existir sin tí...
Puede que algún día este sueño termine, soy consciente de ello. Y sólo de imaginarlo la angustia que siento me destroza por dentro...  Sólo espero no perder nunca la fuerza para continuar luchando por lo que quiero."

martes, 17 de enero de 2012

*

 

Laberintos de palabras enmarañadas cuyo inicio aún no se ha tejido y cuyo final va desapareciendo. Las visualizo en monocromo, y entre ellas, tu sonrisa. De fondo, tu voz pronuncia mi nombre, como ralentizando todo el proceso y sumiéndome en una profunda calma...
Todo ello se convierte de repente en agua que fluye clara, arrastrada hacia algún tipo de laguna por la fuerza que emana de tu cuerpo. Todo va cogiendo color, hasta transformarse en algo lleno de vida.
Las palabras, el tiempo, todo se olvida... ante el poder de tu mirada.
Se convierte en un segundo lo que ha parecido un milenio, y entonces, quiero más.
Me atraes hacia la luz haciéndome descubrir un mundo etéreo del que no quiero marcharme jamás. Es en ese momento cuando puedo darme cuenta, de que lo que hace que las estrellas sean bonitas es que tú las estés mirando... Soy devota de tus besos y adicta a tus caricias. Me das la vida en cada latido de tu corazón.
¿Desvarío? Puede ser. ¿Estoy al borde de la locura? Es probable. ¿Te quiero? Eso seguro.

sábado, 14 de enero de 2012

Mañana...

¿Quedará algo de mí, mañana? Quiza mañana todo se haya ido. Puede que mañana, en la tierra diluvie todo lo que aún no ha llovido, y que el agua se lleve con ella todo el dolor que aún siento cada vez que pienso que no estaba conmigo...
Me perturba recordar cada una de las palabras que algunas veces pronunciaron sus labios, o que escribieron sus manos. Sin embargo, fueron más las veces en las que su sonrisa nubló mi mente, y en las que la esperanza se sintió renaciente... Realmente se me antoja casi perfecto, aunque por él haya sufrido y siga sufriendo.
¿Qué es el amor sin sufrimiento? El mayor de los sentimientos implica siempre una parte de remordimiento. Entregas tu corazón sin resistencia, al igual que el polvo se entrega al viento, porque sabe que no puede luchar en ese momento, no contra eso...

Puede que mañana por fin consiga olvidar el dolor. O que encuentre una razón igual de importante o de mayor calibre para enfrentarme a la realidad y conseguir comprender todo lo que ahora se me escapa de las manos. Ojalá mañana ya no sienta la necesidad de controlarlo todo... eso significa que estaré segura de poder afrontar de una vez lo que se presente...

viernes, 6 de enero de 2012

Transparente

Casi como el agua. Sin nada que esconder... y sin nada que mostrar. Vacía, inmóvil... muerta.

A veces me siento como si no fuera nada. Como si toda mi vida pasara y yo no formara parte de ella. Como si todo lo que un día quise se olvidara de que existo. Yo misma me olvido de mí. De lo que soy, de lo que quiero.
Preguntas sin respuesta, pensamientos sin sentido, pura locura. Todo ello viene a mí, y yo lo dejo entrar porque me siento vacía en la soledad. Es difusión simple, evitable. Sin embargo hay veces en las que no soy incapaz de contrarrestarlo. Me lo invento, me lo creo y sufro. En lugar de luchar contra esos pensamientos. En lugar de vivir.
Soy como una marioneta manejada por una sombra. Hago cosas porque se me presentan, pero no tengo ni idea de lo que hago en realidad. No sé controlarme, no sé encontrar una dirección, o ni siquiera buscarla.
Digo que hago lo que hago y pienso lo que pienso porque soy como soy. ¿Qué coño quiere decir eso? Ni yo lo sé.
Sólo sé esperar cosas de la gente, de la vida, y decepcionarme después. Imaginarme un mundo en el que soy feliz, y mirar a través de mis ojos la oscuridad que hay en este. No consigo nada, porque no lo intento. Tampoco tengo fuerzas para intentarlo, porque nada me motiva. Hoy soy un trasto más en mi habitación.

No sé por qué hago las cosas que hago como las hago. Ni por qué quiero hacerlas. Ni por qué no hago otras. Supongo que me resigno a tener lo que hay cuando viene y lo quiero. Pero no me molesto en hacer de eso algo más, o de buscar por mi cuenta lo que quiero yo. Porque no sé lo que quiero. Y me quedo sin saber lo que soy.