A veces los buenos pensamientos no son los mejores, sólo una forma de engañarnos a nosotros mismos...
La perfección no existe. Nadie es perfecto. Pero es que nadie tiene que serlo. Cada uno hemos de ser como somos, porque si no, no somos nosotros ni somos nadie. Intentar ser algo que proyecta nuestra mente, algo distinto a nuestra naturaleza, es un locura. Nadie tiene derecho a "hacernos cambiar", podemos intentar mejorar por alguien, pero no podemos ser otro. Eso sería renunciar a nuestra propia identidad.
En algunos momentos hacemos cosas premeditadas, que no son propias de nosotros, para agradar a otras personas. Quizá esas personas significan mucho para nosotros, y queremos significar nosotros para ellos también. Pero, ¿no sería más fácil, qué digo... más justo!, no tener que estar pendiente de cómo actuar con nadie, sino querer estar con personas que valoren y respeten nuestra forma de ser?
Se acabó lo de intentar ser perfectos, a partir de hoy seremos lo que somos y estaremos orgullosos de ello.
